Nunca había pensado investigar sobre IAs para escritura de contenido, aunque escribir este blog es una de mis tareas principales. Hasta que un amigo me recomendó una de ellas y se me ocurrió investigar. Lo que sucedió a continuación no te sorprenderá: hay un montón.
La primera que encontré, Jarvis, se utiliza para anuncios, correos, páginas web o blogs.
El mismo contenido que producen Rytr, AI Writer, Article Forge, o Write Sonic.
WordAI ofrece algo diferente: la reescritura. A partir de un texto base, WordAI propone una serie de versiones alternativas.
Parecido pero no exactamente igual es QuillBot, que reformula un texto, para adaptarlo a un tono concreto: más creativo, más fluido, más formal, más breve…
Quizá el más impresionante sea Sudo write, que imagina la continuación de una historia a partir de un primer párrafo.
Mientras que OpenAI toma un texto cualquiera y lo cambia a otro formato o lo traduce al francés
Aunque mi favorito siempre será Hemingway App, la aplicación que examina tu texto (en inglés) y lo evalúa en función de su legibilidad. Dile adiós al abuso de adverbios o el exceso de verbos en voz pasiva y empieza a escribir como un verdadero premio Nobel. No es tanto una IA como un programa de revisión, pero me encanta ponerle fragmentos de Thomas Pynchon y ver cómo se vuelve loco.
Así que, a la respuesta de: ¿existe alguna AI de escritura?, ya se puede responder que hay varias. Casi diría que suficientes para agruparlas en una generación de autores, como la del noventa ocho o la del veintisiete. ¿Las estudiarán los alumnus en un futuro próximo? ¿Quedarán como anécdota o asumirán buena parte del trabajo de los escritores? El tiempo dirá.