La música británica siempre ha sabido comunicar esa sensación de desolación urbana del mundo moderno. Joy Division, Talk Talk, Disco Inferno o Bark Psychosis han dado buena muestra de ello. Sin embargo, ninguno había atacado el tema de manera tan frontal en su relación con la tecnología y el sistema capitalista como Radiohead.
Sólo se nos ocurre un precedente en este sentido, aunque camuflado bajo una estética mucho más ambigua: los alemanes Kraftwerk, que ya en 1978 cantaban “somos los robots, programados para hacer lo que tú quieras”. Que haya ahí una crítica, una broma o una inocente tonadilla de ciencia ficción ya es cuestión de cada oyente.
Con todos esos grupos como influencias, más otras como las del compositor Penderecki, el krautrock o el jazz de Miles Davis, Radiohead publicaron el 16 de junio de 1997 (con un pequeño adelanto, casualmente, en Japón) una de sus obras magnas, Ok Computer.
Y si la traemos a este blog es, claro, por su mensaje, casi visionario, acerca de la relación entre el hombre y la tecnología. Veamos algunas claves.
Autoestopistas galácticos
El título, medio en broma, medio en serio, es una cita sacada de la Guía del Autoestopista Galáctico, obra de Douglas Adams y referencia geek ineludible… hoy en día. Hace veinte años era una saga de novelas con alguna adaptación en forma de serie de televisión y un videojuego muy, muy primitivo. No diremos que no tuviera fama, pero sin duda la difusión global de la que hoy goza no era tal en 1997. Por ejemplo, el Día de la Toalla, homenaje mundial a Adams y por extensión a toda la cultura geek, se instituyó en 2001, dos semanas después de fallecer el autor.
Paranoid Android, primer single del álbum, abundaba en ese homenaje a Adams con ese título que era el sobrenombre del androide Marvin.
Leyendas urbanas
Un rumor corrió por Internet durante años, según el cual el misterioso autor Thomas Pynchon había colaborado en la redacción de las letras del disco. No por falsa la historia es menos creíble: Pynchon, escritor de referencia para Thom Yorke, vocalista de la banda, es un pionero en referencias a la paranoia, el enfrentamiento con sociedades autoritarias, la conexión del mundo mediante redes… desde los años sesenta. De ser cierto el rumor se trataría de algo histórico, pues este esquivo novelista jamás ha publicado a medias con nadie. Pero como hoax tampoco le falta interés: le concedería a Radiohead un puesto entre los primeros bulos virales modernos.
Un nuevo concepto de diseño
Las portadas de la música británica solían consistir en fotografías realistas (Parklife, Blur), arte moderno (Stone Roses) o simplemente ilustraciones o retratos del grupo en cuestión (His’n’Hers, Pulp, Definitely maybe, Oasis). El collage de Ok Computer, hecho a ordenador con textos en esperanto, es algo con muy pocos precedentes, salvo quizá, de nuevo, las imágenes retrofuturistas de Joy Division y New Order.
Política
Globalización o anticapitalismo son términos comunes en la actualidad, pero hace veinte años no tanto. Si la colaboración de Pynchon es probablemente falsa, la influencia de luminarias intelectuales anticapitalistas como Noam Chomsky es palpable, y reconocida por Yorke, en Ok Computer en sus letras (“ambition makes you look pretty ugly”, “fitter, happier, more productive…”) como en esos dibujos del disco donde dos personas se dan la mano, en lo que parece un contrato siniestro en el que los contrayentes no parecen querer participar.
No lugares
Ok Computer está plagado de referencias a medios de transporte; coches, autopistas, vías de tren, aeropuertos… no lugares, en suma. En 1995, el antropólogo Marc Augé utilizó ese término para describir esos entornos asépticos, anónimos, desprovistos de carácter. Apenas dos años después, Radiohead lleva dicho concepto a la música popular.
Males de nuestro tiempo
La paranoia, el culto al cuerpo, la tendencia a anestesiarse para no pensar, el ritmo frenético de la vida… todos estos y otros atributos típicos de la vida urbana de finales del siglo XX y principios del XXI están en Ok Computer. El mejor ejemplo se halla, en Fitter happier, mensaje recitado por un sintetizador de voz con sonidos de ambiente de fondo. En realidad el sonido proviene de un software de Mac de principios de los noventa, lo que le da un aire "retro", hoy diríamos vintage, que ahora está aún más de moda.
¿Alguna solución?
Si solo fuera un repertorio de críticas y locuras, si no propusiera nada, Ok Computer no sería tan interesante como realmente es. Thom Yorke se preocupó de dejar alguna frase de esperanza, por pequeña que fuera, a la que agarrarnos.
Aunque se suele hablar de Yorke como un hombre pesimista, resulta notable que el disco empiece con Airbag, un canto eufórico a la vida después de sobrevivir a un accidente:
He vuelto a nacer
En un veloz coche alemán
No me puedo creer que haya sobrevivido
Un airbag ha salvado mi vida
En una conflagración interestelar
Vuelvo para salvar el universo
Pero Ok Computer no se queda solo en sentimientos generales. Ante la impotencia frente a las injusticias, en No surprises recomienda “derribar al Gobierno”, ya que “ellos no hablan por nosotros”, idea anarquista muy en la línea de Chomsky. Si no, al menos siempre nos quedará levantar el pie del acelerador y calmarnos un poco, como dicen las últimas palabras de The Tourist para cerrar el disco:
A veces me siento saturado.
Es entonces cuando tú
ves destellos
que me preguntan
a dónde diablos voy
a mil pies por segundo.
Venga, hombre, para un poco.
Para un poco.
Idiota, para un poco.
Para un poco.
Fuente de imagen - Nicolas Lœuillet - Wikipedia Commons