¿Música en 8-bits? Por favor… Lo que realmente mola es la música en 1-bit.
Tristan Perich es un compositor y músico de Nueva York realmente original, un experto en circuit bending que ha lanzado varios discos en 1-bit con gran éxito de crítica. De público no podemos saber, pero sus álbumes 1-bit music y 1-bit symphony han recibido las loas de publicaciones de envergadura como el Wall Street Journal y WIRE.
La música en 1-bit es la forma más simple de sonido digital, y la de más baja fidelidad.
Perich estudió matemáticas, música y ciencia computacional en la universidad de Columbia. En sus primeros años se decantó por el arte, y como artista gráfico ha expuesto en su ciudad natal, así como en Copenhague, Dublín o Berlín.
Pronto centró sus actividades hacia la música. En 2004 sacó 1-bit music, y seis años después, 1-bit symphony. Pero decir que estas obras son “discos” o “grabaciones” sería equivocado. Lo que Tristan ofrece son circuitos electrónicos encapsulados en cajas de CD con una salida de jack para que se escuchen los sonidos que el microchip contiene. Además, el paquete incluye un botón de apagado y encendido y otro para saltar adelante y atrás en las composiciones. Y por supuesto, la pila para que el disco suene.
Como se ve, lo de "disco" es un decir, porque la música no está grabada en ningún soporte. Cada vez que enciendes el aparato, el microchip “toca” la música para ti. En tiempo real.
El contenido de los discos está ensamblado a mano, por lo que cada objeto es en sí mismo una verdadera obra de arte.
Su tercer trabajo, Noise Patterns, se desvincula todavía más del concepto de álbum, ya que no viene en caja de CD, sino que está incrustado en una placa negra, eso sí, con su botón de encendido, su chip, su pila y su salida de audio como en los trabajos anteriores.
Pero, ¿cómo lo ha hecho?
Lo que hace Perich es programar un software que genera la música. Luego descarga ese código en el microchip. Finalmente, sus colaboradores y él encajan todos los elementos. El disco está preparado para sonar. En directo, Perich simplemente enchufa el disco al sistema de sonido y lo deja reproducirse mientras lo acompaña a la percusión.
La obra de Perich no se reduce, ni mucho menos, a los trabajos aquí mencionados. Si visitáis su página web veréis que es un tipo bastante prolífico. También en directo: Perich se ha dejado ver en el Sónar de Barcelona de 2010 y otros centros donde la música se confunde con el arte de vanguardia. Estad atentos, nunca se sabe cuándo puede volver con sus curiosos sonidos sintetizados.
Fuente de imagen - Marc Wathieu - Flickr