El movimiento maker ("cultura hacedora" en español) es un término creado por Dale Dougherty en 2005. Make, la revista que Dougherty fundó ese mismo año, pervive aún hoy y se mantiene como estandarte de este movimiento que parece hoy más potente que nunca. Sin duda el hombre se adelantó en su tiempo: poco o nada había a principios de siglo acerca de los drones o de impresión 3D. Y aún así, había pistas que inducían a pensar en que pronto la tecnología iba a ponerse en manos de la gente: en 2005, año en que Make llegaba a los quioscos, la compañía de hardwire libre Arduino presentaba su primera placa computadora para uso de aficionados.
Inspirado en la filosofía Do It Yourself ("hazlo tú mismo"), popularizado en los setenta con el movimiento punk, dentro de este cajón de sastre que es el arte maker conviven áreas de conocimiento tales como la robótica, la ingeniería, la electrónica o la impresión 3D.
Por nuestra parte, ya dimos cuenta de una técnica muy similar al movimiento maker hace más de un año cuando hablamos del circuit bending, ese acercamiento lúdico a la electrónica que quizá se pueda considerar como una parte del movimiento maker.
La clave del éxito del movimiento está en que entronca con los impulsos más naturales del ser humano: la satisfacción de aprender, de crear cosas por uno mismo, de compartirlas, la necesidad de explorar y jugar.
Aunque existe esa inspiración lúdica, no debería confundirse al movimiento maker con una simple tendencia recreativa. Google se lo ha tomado muy en serio, y les dedicó enteramente su evento anual de 2016 TrendSpain. El pasado mes de diciembre, Zaragoza acogió a más de 300 personas en una convención de makers que incluyó charlas, talleres y mesas redondas. Casualidad o no, en el mismo mes tuvo lugar en Ourense un encuentro de makers expertos en robótica e impresión 3D. El movimiento maker ha llegado sin duda a España.
En efecto, el mundo se está llenando de convenciones, ferias y talleres para todas las edades. Haced la prueba: la búsqueda “taller de impresión” da en Google casi medio millón de resultados, incluyendo un centro de formación Maker en Madrid llamado Los Hacedores. Algo más de cuatrocientos mil da “taller de robótica”, y también hay academias tecnológicas especializadas en ella. “Taller de drones” ofrece poco más de medio millón de resultados, incluyendo talleres de uso profesional de drones en centros y escuelas técnicas de toda España.
Hacedores.com, otro de los sitios fundamentales de la comunidad maker, da las claves de este éxito: primero, que el equipo industrial está ahora al alcance de las capacidades y bolsillos de cualquiera: impresoras y escáners 3D, cortadoras láser, etc, son cada vez más herramientas de uso casero.
Segundo, la existencia de los medios digitales colaborativos ha tenido una importancia crucial. Internet ha permitido compartir la tecnología y sus secretos gracias al código abierto, muchos proyectos han salido adelante gracias al crowdfunding, etc.
Tercero y último, las fábricas de alquiler. Hoy en día se pueden encontrar compañías manufactureras que aceptan la fabricación de cualquier elemento y permiten que cualquier aficionado haga realidad sus ideas.
Seguiremos pendientes de esta interesante tendencia de expresión y creatividad, y si a alguno le da por diseñar algo, no dudéis en enseñárnoslo a través de las redes sociales.