El Ministerio del Tiempo: narrativa transmedia española

Estos días nos hemos levantado con el rumor (no está confirmado del todo) de que El Ministerio del Tiempo, nuestra serie española favorita desde que aquellos encantadores náufragos dejaron su isla, podría tener tercera temporada gracias a un acuerdo de coproducción entre Televisión Española y Netflix. Si todo sigue adelante,

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Estos días nos hemos levantado con el rumor (no está confirmado del todo) de que El Ministerio del Tiempo, nuestra serie española favorita desde que aquellos encantadores náufragos dejaron su isla, podría tener tercera temporada gracias a un acuerdo de coproducción entre Televisión Española y Netflix. Si todo sigue adelante, los episodios empezarían a rodarse en octubre o noviembre.

Sea o no cierto (y esperemos que sí), lo que hay hasta ahora, teníamos que hablar ya de esas dos excelentes temporadas. Y lo hacemos por el innovador enfoque transmedia que desde sus inicios ha aportado al panorama español, y que constituye para nosotros una verdadera revolución.

Es verdad, Águila Roja, El Príncipe o El Barco ya contaron con juegos, cómics o perfiles de Facebook de los personajes de la serie. Se les debe conceder el mérito de llegar primero, pero lo del Ministerio del Tiempo ha sido un verdadero soplo de aire fresco, que falta hacía en nuestros televisores, ordenadores y demás dispositivos.

Precedentes

Quizá la primera serie transmedia sea Doctor Who (otra por la que hay devoción en esta casa). El universo expandido de la serie del Señor del Tiempo es casi inabarcable: novelas, cómics, revistas, audiolibros, juegos y hasta obras de teatro, producto del cariño con que se acogió ya desde sus primeros años a esta mítica serie británica y cuna de grandes guionistas, directores y actores.

Sin duda, Doctor Who abrió camino para otras series de ciencia ficción que ampliaron horizontes narrativos, como Star Trek o Star Wars. Pero el caso de Doctor Who es especialmente curioso, ya que la BBC perdió algunos de los episodios clásicos (en los sesenta se acostumbraba a reciclar las cintas, ¿quién imaginaba que alguien daría algo por aquella serie tan rarita sobre viajes en el tiempo?). Con la ayuda de expertos y fans, la productora de la serie tuvo que rehacer como pudo los episodios perdidos con la narración de los actores e imágenes estáticas. La narración transmedia efectuaba, en este caso, el camino de vuelta, reconstruyendo la historia en una auténtica epopeya arqueológica.

Desde entonces, casi todas las series de éxito buscan conquistar otros mercados, aunque en ocasiones solo como fuente de marketing. Quizá los nuevos tiempos los marcó Perdidos, cuando la complejidad de la serie desató una respuesta viral desbordante.

Heroes tuvo sus cómics y videojuegos, Dexter, su serie web, su juego en Facebook y una cuenta en Pinterest. Breaking Bad, su falsa web de mecenazgo savewalterwhite.com, con su gloriosa tipografía Comic Sans. El falso perfil en Twitter del personaje de How I met your mother Barney Stinson, @Broslife, perfil de Barney Stinson, cuenta con 466,000 seguidores a día de hoy. También el Sherlock de la BBC tuvo su falso blog, el del diario del Doctor Watson.

Sin embargo, El Ministerio del tiempo ha batido todos los récords de permeabilidad en España por distintos medios digitales, un éxito que va más allá de la presencia en redes sociales o de contenidos alternativos en otros medios. Y encima con una producción realizada con presupuestos más bien exiguos.

No es solo que los seguidores, apodados ministéricos o cayetaners, se hayan organizado en torno a clubs y páginas de fans. O que reclutaran de entre esos fans un grupo de extras para un episodio, un verdadero regalo para los que quieren asistir a un rodaje. No es solo que los episodios estén disponibles online y de forma legal y gratuita gracias a la excelente página de RTVE.

No, es que parece que la serie ha apostado por probar todas las posibilidades de internet. Videoencuentros con algunos de los protagonistas o profesionales de la serie. Juegos para aprender historia. Una serie web exclusiva. Una intranet del Ministerio. Podcasts. Making ofs de cada episodio. Organigramas de personajes del Ministerio. Y una tienda repleta de merchandising en la que venden artículos con los mejores diseños de los fans, el sueño de cualquier aficionado.

Pero la guinda de pastel fue ese especial de realidad virtual de diez minutos en el que los internautas podían participar como agentes. El especial se grabó con una cámara estereoscópica que capturaba dos señales de vídeo de alta resolución de manera independiente, luego se combinaban en post producción para formar la imagen final.

Para disfrutarlo era preciso instalar la aplicación Ministerio VR y utilizar unas Google Cardboard o una Gear VR. El episodio se lanzó el pasado mes de abril. Ha sido la primera serie de televisión del mundo en crear un episodio de realidad virtual.

Es cierto que existen ya producciones de cine y series para realidad virtual, pero la mayoría son de animación, o sencillamente, producciones independientes, pioneras sin duda, pero minoritarias. El Ministerio del Tiempo ha creado un episodio de realidad virtual para una serie comercial, que se emite en prime time, y sin duda contribuirá a ampliar la difusión de estas tecnologías.

El Ministerio del Tiempo ha tenido esa mezcla de suma de talentos y fortuna de llegar en el momento y lugar adecuados. A la original propuesta de los hermanos Olivares y Televisión Española, el público ha respondido no solo con su audiencia en tiempo real de emisión, sino en diferido y web. Probablemente es la primera serie española en lograr números importantes a través de internet. En abril, al emitirse el último episodio de la segunda y última temporada, la serie contaba con más de dos millones de visionados en web y más de seiscientos mil usuarios únicos. De media, unos 130.000 usuarios veían la serie a través de internet.

Una serie que va a marcar época (no pun intended), que ya están adaptando en Portugal y China. Algunos han decidido incluso adaptarla sin pedir permiso.

Así pues, tanto por la iniciativa de la televisión pública y los hermanos Olivares como por la respuesta de los fans, celebremos el acuerdo con Netflix. Si todo va bien, la tercera temporada se emitirá en febrero o marzo de 2017. Con nuevas sorpresas más allá de lo que se vea en el televisor, esperamos.