El color blanco y otros especialmente brillantes consumen hasta un 20% más de energía que el negro y las tonalidades oscuras, puesto que necesitan más luz. Este hecho ha llevado a Jon Doucette a crear Emergy-C, una gama de colores de "bajo brillo" cuyo uso minimiza el gasto eléctrico sin renunciar a la estética.
Los colores de esta paleta consumen apenas 3 ó 4 vatios más que una pantalla completamente negra, y el blanco está incluido únicamente como color de contraste para las fuentes. Los códigos hexadecimales de esta paleta son:
#822007 | #000000 | #b2bbc0 | #19472a | #3d414c | #FFFFFF |
La idea no es nueva. El incremento en el consumo de energía a raíz de la expansión de la informática ha motivado un auténtico debate sobre sus usos. Uno de los datos más impactantes es el cálculo que hizo Mark Ontkush a comienzos de este año en su blog, ecoIron: si Google tuviera fondo negro, se ahorrarían unos 750 megavatios/hora, algo más de la mitad del consumo de un hogar.
¿Quiere eso decir que además de usables y accesibles, ahora tendremos que preocuparnos de hacer páginas web sostenibles? Quizá sea una exageración regir nuestros diseños por el criterio ecológico, pero el día de mañana no podremos decir que no supimos cómo ayudar al planeta con nuestro trabajo.
Por si acaso, si les interesa el green computing pueden empezar por utilizar una versión "oscura" del famoso buscador en Blackle.com.