Una vez copado el mercado de los smartphones y las tabletas, le llega el turno al otro objeto tecnológico o wearable que una gran mayoría de la población nunca se deja en casa: el reloj de pulsera.
Entre las mayores ventajas de los smartwatches, la capacidad de muchos de ellos de medir el pulso del usuario, algo que ningún otro dispositivo sería capaz de hacer por sí solo, y el conectarse a los teléfonos via bluetooth. Sus talones de Aquiles, el precio, la autonomía (rondan las 48 horas) y, vaya, la sensación de que descubren pocas funciones nuevas que no aporten ya los smartphones.
Quizá debido a eso, o a que no está muy definido si el rol de estos relojes debe ser de complemento del smartphone o funcionar de manera independiente, las grandes compañías están midiendo sus pasos antes de competir por este pedazo del pastel. Aunque, como veremos ahora, las tornas pueden cambiar este mismo año.
Otra cuestión central son las enormes diferencias de formato entre ellos. Al contrario que los teléfonos y tabletas, cuya apariencia es bastante uniforme, el mundo de los relojes es muy amplio. No en vano son objetos asociados a la artesanía tanto como a la tecnología, y denotan al menos para el que lo lleva- carácter y personalidad.
Podemos encontrar smartwatches que se inclinan por diseños clásicos, que recuerdan a los relojes circulares de siempre. Otros parecen verdaderas pantallas de ordenador en miniatura. El tamaño de la superficie varía en consonancia con la filosofía de cada producto y las posibilidades de variación dentro del mercado son enormes. Bien podemos estar seguros de que las empresas no dejarán nicho sin ocupar: hablamos de un sector que se espera que mueva en torno a 20 billones de dólares en el futuro próximo.
Vamos a repasar algunos de los modelos más relevantes en el mercado actual, y otros que se perfilan como los de mayor interés para los próximos meses. No están, como se suele decir, todos los que son, pero sí son todos los que están.
Presentes
El modelo de Sony destaca por su resistencia al agua, capacidad prácticamente única en el mundo de la tecnología y los wearables. Pioneros en este campo, se puede esperar nuevas generaciones de este modelo muy pronto. Es compatible con Android.
Samsung se desmarca de la competencia por su cámara de fotos propia. Los demás modelos se conectan con el teléfono, pero el Galaxy Gear tiene una con 1,9 megapíxeles. Más del 70% de los modelos que se venden hoy en día son de la compañía coreana. También fabrican pulseras inteligentes, las Gear Fit, para los amantes del deporte.
Pebble es el modeo más liviano y barato del mercado, y nació por una exitosa iniciativa de crowdfunding. Se distingue del resto, además, por su pantalla de tinta electrónica. Por esto ha sido votado como el mejor reloj del año 2014. Tiene cientos de modelos, es a prueba de agua y se ilumina con Led con un movimiento de la muñeca.
Este reloj italiano terminará asociándose al lujo y el diseño, apreciable ya desde su estilosa web, tanto por su bello acabado como por su precio, muy superior al de los otros tres. Cuenta con cientos de aplicaciones, aunque por lo demás no tiene demasiada variedad.
Apuntamos también otros nombres que no conviene olvidar, como el Martian Notifier (compatible con tabletas, iPhones y Android), el Martian Voice Command (que permite reconocimiento de voz) y el Cookoo, de factura muy clásica, sumergible, que cuenta con varias aplicaciones de control remoto del teléfono y bastante flexibilidad en las alertas y comandos.
Futuros
Microsoft prepara un smartwatch con capacidad de sincronizarse con móviles Windows Phone, Android y iPhone. Según Forbes, el reloj podría medir el ritmo cardíaco del usuario y su batería duraría 48 horas. La adquisición de Nokia por parte de la compañía de Bill Gates cobra ahora todo su sentido.
Según los analistas Brian White y Cantor Fitzgerald, el iWatch entraría en producción este mes, se comercializaría en dos modelos (¿dos colores distintos? ¿modelo masculino y femenino?), de los que se han encargado en torno a veinte millones de unidades. De fabricarse este verano, cabría esperar que salieran a la venta en septiembre, a tiempo para acompañar al iPhone 6. Veremos si crean tendencia, como han hecho en otras ocasiones.
El G watch de la compañía coreana LG es una de las apuestas que más claras parece de cara al futuro. Correría con Android Wear, se venderá en dos colores y su pantalla resistiría el agua y el polvo. Su pantalla sería de alrededor de 1,6 pulgadas.
No uno sino dos modelos tienen previstos en Samsung: por una parte, la segunda versión de la línea Gear. El Gear 2 contaría con el sistema operativo Tizen, y no Android como su predecesor, y permitiría hacer fotos. Su otra apuesta es un smartwatch con funcionalidad de teléfono de serie. Es lógico que Samsung baraje diferentes versiones, ya que como hemos visto, ocupan por ahora casi todo el nicho de mercado.
El reloj de Motorola es un proyecto del que se saben ciertos datos por algunas filtraciones. Se comenta que tendrá pantalla OLED de cristal de zafiro y se cargará magnéticamente, lo que hace pensar que su precio de salida será elevado.
El producto de Nissan permitirá, como era de suponer, conectarse con el coche y obtener referencias del vehículo, así como un pulsómetro. Las funciones de conducción lo orientarían, pues, a un público objetivo más específico que los demás.
La compañía Qualcomm promete un reloj con una autonomía de tres días, más que la media, y especificaciones propias como pantalla Mirasol y carga wireless. Eso sí, tampoco será de los baratos.
Otro reloj que correrá con Android Wear y permitirá el manejo con gestos y voz. Jonney Shih, CEO de ASUS, promete "precios atractivos". Poco más se sabe de él.
Además delas grandes compañías, los artistas más poderosos, bien por su cuenta o gracias a campañas de financiación de Kickstarter (como Neil Young y su reproductor Pono), también se están lanzando al diseño de manera independiente.
El rapero Will.I.Am, por ejemplo, quiere montar su propia línea de smartwatches, que quiere lanzar el próximo mes de julio. Estaremos atentos de lo que puede conseguir. Si se cumplen los pronósticos, logrará al menos la ventaja de llegar a la meta antes que las grandes compañías.