Esta es la historia de la constatación de un punto de partida: escuchar música en el móvil es una experiencia que no ha mejorado con los años. Es más, diría que es un techo imposible de superar sin accesorios externos.
“Me suena totalmente alienígena”, decía el ingeniero de sonido Steve Albini cuando un entrevistador le puso a través de un teléfono un tema de su propia banda, Shellac. En efecto, el reducido tamaño de los auriculares limita la calidad del sonido al impedir la reproducción correcta de bajas frecuencias. Hace ya diez años que el técnico Philips Gerrit, de la compañía Philips, trataba de evangelizar por todo el mundo la educación del oído y el refinamiento del gusto a la hora de escuchar música. Sin embargo, los teléfonos no parece que vayan a ser la herramienta para conseguirlo.
Eso me sucede cuando escucho música en el teléfono. No solo percibo el sonido gravemente distorsionado, sino que al cabo de un tiempo sufro lo que se llama fatiga acústica. Me duele la cabeza y el oído, cosa que no me sucede si escucho la música a través de auriculares, y mucho menos en altavoces externos.
Voy a hacer la prueba con el tema “IDEA 01”, del disco Tangk, del grupo británico-irlandés Idles. Aparte de que me guste el tema (y la banda), es una grabación interesante, en la que hay una voz y un piano grabados con claridad, y unas guitarras muy distorisionadas. Un contraste interesante.
Escucho la canción de primeras, sin realizar ningún ajuste. El resultado es terrible, claro. Los matices se pierden y los agudos suenan por completo irreconocibles.
Consciente de estas limitaciones, me pongo el reto de tratar de mejorar la experiencia en lo posible. Siguiendo los consejos del blog Applesfera, me dirijo a los ajustes de mi cuenta de Apple Music. Selecciono la opción de Audio sin pérdida y pongo la transmisión de datos móviles a calidad alta (256 kbps). Pongo también al máximo la transmisión por WiFi.
Acto seguido, ajusto el ecualizador al modo rock, como corresponde a los Idles.
Vuelvo a escuchar el mismo tema. ¿El resultado? Algo más prístino, quizá. La voz se escucha más en primer plano, ligeramente más cálida. Pero no me parece suficiente. Tiene que haber margen para la mejora.
Voy a App Store en busca de ayuda en forma de software. La aplicación más célebre, Boom, es de pago. Como solo estoy de paso, escojo otro producto de ecualización que me permita una prueba rápida.
Una vez instalada la app, toco el volumen, los graves y ecualizo la curva en modo rock, un clásico en estos preajustes.
Vuelvo a los Idles. No percibo mucho. Quizá una mayor profundidad en el sonido.
Compruebo que un teléfono, por muy de gama alta que sea, sigue sin manejar la cuestión de la calidad del sonido por sí solo, y quizá nunca lo haga. El margen de mejora está en los accesorios. ¿Probaré unos auriculares decentes con Boom en un futuro? Que será será...