Los mailings promocionales son la piedra angular del marketing online. Aunque en la práctica el proceso de diseño de mailings sea muy semejante al de cualquier página web, su estética es radicalmente más agresiva: más color, fotos más grandes, tipografías más atrevidas. Aquí tenéis una pequeña muestra.
Producto, producto, producto
Lo más obvio (y quizá más eficaz) cuando se trata de promocionar un producto es enseñarlo. Suele hacerse o bien con imágenes extraordinariamente grandes que llamen la atención, o bien haciendo más plano el entorno (prescindiendo de otros elementos gráficos, estilando el texto en tipografías clásicas) para no restarle protagonismo.
Metáforas visuales
A diferencia de cuando vendemos un producto, cuando se trata de servicios resulta un poco más complicado materializar el mensaje. En este tipo de campañas suele recurrirse a una metáfora visual, presentando un objeto que el destinatario pueda identificar con el servicio que se está promocionando.
Soportes físicos
En el caso de que la promoción tenga mucho texto, un recurso muy frecuente es simular que estamos viendo un soporte físico como el papel, una pizarra, la pantalla de un televisor... En este caso las texturas y los volúmenes dan mucho juego.
Personajes
Otra técnica publicitaria recurrente que también se aplica al diseño de mailings es identificar el producto con un estereotipo. La intención es que los destinatarios se identifiquen con el protagonista, o se sientan atraídos hacia él hasta el punto de desear el producto con el que se asocian.
Escenarios
Y no sólo personajes. También son muy habituales los mailings que recrean un ambiente o un escenario, ya sea realista o etéreo.
Esperamos que este análisis y los ejemplos que hemos propuesto os ayuden a la hora de encarar vuestro propio diseño de mailings.