Se llamaba business angels, o angels investors, a los empresarios o individuos acaudalados que apoyaban las obras teatrales de Broadway de principios del siglo XX, en especial a aquellas que sin esa ayuda hubieran bajado el telón para siempre. A finales de los años setenta, William Wetzel, un profesor universitario norteamericano, recuperó el término para definir a los inversores que hacían lo mismo para los emprendedores y artistas.
Habitualmente se trataba de personas que ponían dinero de su propio bolsillo, con la esperanza de recuperar la inversión e incluso obtener beneficios. Pero también pueden facilitar otro tipo de activo: el “capital inteligente”, es decir, su propia experiencia o su agenda de contactos. Google, Skype, Amazon y Starbucks dieron sus primeros pasos en parte gracias a ellos. En 2007 se contaban más de un cuarto de millón solo en Estados Unidos.
España cuenta desde 2008 con su propia asociación de Business Angels (AEBAN), los cuales provienen en su mayoría del sector de las tecnologías y las finanzas y, como parece natural, invierten en la misma medida en esos mismos sectores. En menor medida, los inversores españoles prefieren los sectores de la salud, los medios digitales y los servicios profesionales.
Las empresas beneficiadas suelen ser del mismo país, aunque hasta un 32% se atreve a hacerlo en el extranjero. Unos pocos, un 12%, se ciñe a su propia comunidad autónoma o municipio. Actualmente se cuentan treinta y ocho redes ubicadas en once comunidades autónomas que asocian a unos dos mil inversores y manejan en torno a cuarenta millones de euros. La mayoría de estas redes se localizan en Madrid y Cataluña, seguidas de Extremadura.
El business angel español por excelencia se llama Carlos Blanco, inversor con diez años de experiencia que ha destinado casi un millón de euros a veinticuatro startups, solo durante el año 2016. En su larga trayectoria hemos encontrado algún beneficiario suyo relacionado con las nuevas tecnologías como las apps Wazypark y Cornerjob o la plataforma Kompyte.
La trayectoria de Blanco se inició en el mundo corporativo como autónomo o en empresas de servicios, a menudo relacionado con el mundo de IT y finanzas, desde las que dio el salto a la fundación de algunas incubadoras (figura que ya hemos cubierto en este blog). Para Blanco, la clave para cualquier gran empresa hoy día es la transformación digital.
Otros business angels españoles son Javier Megias, creador de Startupxplore, Pedro Bisbal, socio director de Ocean Startups. Empresas españolas como Tuenti, Cabify, 11870, lastiminute.com, Menéame, La Nevera Roja, Idealista o Wallapop son algunos de los beneficiarios más conocidos de este importante elemento del ecosistema financiero español.