En 2mdc tenemos la norma de revisar cada programa antes, durante y después de su puesta a disposición de los usuarios. Lo mismo hacemos con sus páginas web. Suelen ser procesos exhaustivos que nunca terminan. Siempre estamos alerta ante posibles cambios o mejoras.
Para estas revisiones de calidad y usabilidad seguimos los consejos clásicos de páginas web y libros como los de Jakob Nielsen o Steve Krug.
Además de lo que hemos aprendido de estos expertos, solemos tener en cuenta otras cuestiones que no siempre leemos en sus artículos. He aquí algunas de ellas:
- Estudiamos a la competencia, pero no solo a ellos. Nos esforzamos en analizar cualquier web que encontramos. De hecho, merece la pena observar cualquier medio de comunicación. Muchas veces, en un programa de televisión o una revista encuentras una idea que puedes extrapolar a una página.
- No nos ceñimos a una única metodología. Intentamos no encasillarnos en ningún procedimiento. Tratamos de abrirnos a cualquier novedad, ser flexibles y adaptarnos a las circunstancias.
- Preguntamos mucho. Comentamos nuestras observaciones en casa a familia y amigos. Si no son informáticos, mejor: así surgen opiniones muy enriquecedoras, desde ópticas diferentes. El explicar en voz alta tu web, el externalizar tus pensamientos, contribuye a saber si tienes claro el objetivo y sabes comunicarlo. Si ves que la gente frunce el ceño o que les cuesta seguirte, mal asunto.
- No hay un solo revisor. Como mínimo intentamos que haya dos. Hemos comprobado que nunca salen dos análisis iguales, que toda revisión de calidad es subjetiva.
- No nos conformamos tras la primera revisión. Repasamos periódicamente cada web y cada app, incluso si sabemos que funcionan. Algunas páginas están bajo revisión casi permanente, a la búsqueda de ofrecer no solo una buena funcionalidad, sino la mejor página posible. Es interesante ver evolucionar una web. Casi podemos reconocer quién ha escrito cada párrafo de sus contenidos.
- Confiamos en el feedback. Valoramos cada mensaje de un cliente o usuario de redes sociales no solo por la cuestión concreta que plantee sino como un comentario implícito a la web y su usabilidad. A veces un cliente o una persona interesada es de mucha más ayuda de la que él o ella puede imaginar.
- Conviene no obsesionarse. Hay que reconocer cuándo uno ha perdido la perspectiva. En ese caso lo mejor es que siga un compañero, dar el trabajo por terminado o tan solo levantarse y pasear.
- Nos leemos la web entera (o casi). Hay un montón de blogs especializados. Muchas opiniones en foros. Cada uno tiene su parte de razón. En la medida de lo posible, tratamos de atender a lo que comentan usuarios, desarrolladores y expertos.